lunes, abril 15, 2024

Reino Unido: la guerra agrava la crisis social


El nivel de pobreza más alto en 30 años.

 El alarmante nivel de empobrecimiento generalizado de la población trabajadora en el Reino Unido ocupó, desde el comienzo de la guerra de la OTAN contra Rusia en Ucrania, la tapa de la prensa internacional.
 Las cifras ofrecidas por el Departamento de Estado y Pensiones (DWP) son brutales: “el 25 por ciento de los niños en el Reino Unido en 2022-23 vivían en pobreza absoluta, frente al 23,8 por ciento del año anterior”. Estos niveles, según la autora de la nota, sería el salto interanual más alto desde que comenzaron las mediciones en 1994-95.
 Desde el año 2017/18, como parte de la política del Brexit, Reino Unido comenzó una reducción y limitación a las prestaciones sociales. Lo que ha impactado en un nivel más alto de empobrecimiento en las familias denominadas “numerosas” (3 o más hijos). Esto se debe al límite de asignaciones por hijo a solo 2 y a la eliminación de otra gran cantidad de prestaciones que se sustentaban con fondos provenientes de la Unión Europea. Ya en 2018, un experto de la ONU en Derechos Humanos, Phillip Alston, relator especial en pobreza infantil, había advertido que la implementación del Brexit haría crecer en un 7% la pobreza infantil para 2022. 
 Estás políticas resultaron en un recorte de fondos del 49% destinados a los Ayuntamientos de Reino Unido, junto con el cierre de librerías, clubes sociales y otra gran cantidad de centros especiales orientados a solventar, parcialmente, las carencias hogareñas de las familias más pobres. El relato de Alston, en 2018, resultaba rotundo: “gente que depende de los bancos de alimentos para su próxima comida”, gente “que ha vendido sexo por dinero o refugio” y jóvenes “que sienten que las bandas son la única forma de huir de la miseria” (news.un.org, 16/11/18). 
 En estos años, la escalada de la pobreza infantil ha confirmado todas las advertencias realizadas y la guerra de la OTAN solo ha empeorado todas las predicciones anteriormente realizadas. La crisis inflacionaria resultante del conflicto bélico ha convertido la cuestión en una crisis humanitaria. Las familias trabajadoras, ocupadas, han comenzado a engrosar las filas de los comedores comunitarios.
 El cierre de estas instituciones comunitarias ha llevado la presión a escuelas y organizaciones benéficas. Pero el abrupto crecimiento de la pobreza infantil lo vuelve una tarea imposible. Según el Grupo de Acción contra la Pobreza Infantil (CPAG), para fines de 2023, 4,2 millones de niños y niñas crecían en la pobreza. Esto trasladado a la realidad cotidiana de la escuela significa la presencia de 9 alumnos pobres por aula en un curso de 30 (https://cpag.org.uk/child-poverty/poverty-facts-and-figures). 
 Un informe especial del periódico The Guardian - retomado por WSWS - señala, “el director de una escuela primaria en una zona desfavorecida del noroeste de Inglaterra dijo: "Tenemos un niño al que metemos en la ducha un par de veces por semana". El periódico informó: “Su escuela lavaba rutinariamente uniformes para niños cuyas familias no tenían lavadora”. Una “escuela intervino recientemente para ayudar después de descubrir a un alumno mendigando afuera de un supermercado”. 
 Se calcula que actualmente el Reino Unido destina 2,5 mil millones de libras esterlinas en programas de ayuda a las hijas de las familias más pobres. Los informes del CPAG muestran que 7 de cada 10 niños pobres tienen un padre con trabajo formal remunerado. Según el mismo portal, de eliminarse los límites en pensiones a las familias, más de 300 mil niños y niñas saldrían de la pobreza. Otro tanto se lograría con la recomposición de programas y fondos comunitarios y educativos recortados. En contrapartida, las fuerzas armadas han visto incrementar su presupuesto hasta superar los 50 mil millones de libras. 
 El aumento espiralado de la pobreza, principalmente entre los hijos de las familias obreras, muestra la decadencia de las potencias imperialistas y su incapacidad para garantizar ya las condiciones mínimas de subsistencia de los explotados. Ante las elecciones generales de este año, el Partido Laborista ha garantizado el sostenimiento de la guerra y su profundización, una línea de continuidad con los gobiernos conservadores de la última década. El régimen político británico en su conjunto se encuentra alineado a esta política belicista y anti-obrera. 
 La lucha contra la guerra se enmarca en la lucha más general por eliminar todas las privaciones, miserias y vejaciones a las que son expuestos los hijos de los trabajadores del mundo desde su nacimiento. 

 Joaquín Antúnez
 15/04/2024

El bufón de la OTAN invita al embajador de Israel a una reunión del gabinete para tratar acerca de la seguridad nacional de Argentina


Javier Milei encubre con bufonadas el alineamiento de Argentina en la guerra mundial que han lanzado la OTAN, en Europa y con Israel en el Medio Oriente. En definitiva, se ha convertido en un bufón de la Corte del imperialismo. 
 La invitación al embajador de Israel en Buenos Aires es otra bufonada. Llama la atención que el estado sionista se haya prestado al espectáculo, cuando sabe que estas acciones de servilismo provocan un repudio generalizado entre los pueblos. El Mossad, sin embargo, que tiene despacho en la Rosada y en las secretarías y ministerios de Seguridad y Defensa, tiene una agenda de escalada represiva, advertido de que el ‘ajuste’ económico brutal impulsará luchas crecientes de la clase obrera y los sectores medios a lo largo y ancho del país. La diplomacia sionista quiere acentuar la grieta política entre Argentina y Brasil (incluso Colombia) ante el alineamiento de Lula con la expansión comercial de China y la oposición a la escalada de Israel contra Siria, Líbano y por sobre todo Irán. Esta política pro-guerra mundial es funcional al tándem Milei-Caputo, que busca volver a los mega prestamos del FMI para elevar la cotización de la deuda externa con mayor endeudamiento internacional.
 Si es cierto, como sostienen algunos, que Milei se mira en el espejo de Carlos Menem, lo que en su momento fue el envío de tropas a la guerra del Golfo, el tráfico de armas con Croacia para acelerar la división de Yugoslavia, el contrabando con Ecuador y la voladura de Fabricaciones Militares, esta vez el resultado sería aún más trágico para los trabajadores. Milei se ha comprometido con el Pentágono en instalar una base binacional en Tierra del Fuego y convertir al Atlántico sur en un coto de la OTAN (Estados Unidos-Gran Bretaña). Milei está inscripto en la corriente internacional que aboga en favor de una guerra comercial y armada con China.
 ¿Alguien planteará esta sumisión internacional como causal de un juicio político en el Congreso? La totalidad de los bloques parlamentarios, a excepción claro del FITU, se encuentran alineados con el sionismo. 

 Política Obrera
 15/04/2024

A enfrentar un ataque que pretende ser imparable

La clase dominante y el elenco de gobierno desarrollan una ofensiva de magnitud y alcance nunca visto, se necesita oponerle una acción colectiva de potencia creciente y amplitud sin precedentes. 

 A menudo se tilda al gobierno de Javier Milei de ser una reedición de la misión destructiva de la última dictadura. Otras veces se lo equipara a la presidencia del caudillo riojano, incluso se lo llama un “segundo Menem”. Asimismo se enuncian puntos de contacto con la gestión de Mauricio Macri y es frecuente que se denomine a la actual gestión “el gobierno Milei-Macri”. 

 No hay precedentes de este nivel. 

 Ninguna de estas comparaciones es del todo incorrecta pero sí son insuficientes. La velocidad, la audacia y la profundidad de la reestructuración regresiva de la sociedad argentina que ha emprendido el gobierno “libertario” superan a todos los precedentes. 
 El ajuste es feroz, sin duda. Comenzó con una devaluación desmesurada y continúa con la drástica reducción del gasto público; los despidos generalizados, la libertad para aumentar los precios en cualquier proporción y la consiguiente brusca reducción del poder adquisitivo de trabajadores, jubilados y receptores de prestaciones sociales. 
 El impulso ajustador dista de agotar el repertorio de la regresividad y la agresión hacia las clases populares y la amplia mayoría de la sociedad. Además están las disposiciones que tienden a modificar el conjunto de las relaciones sociales. 
 Actúa en ese campo un afán desregulatorio con potencialidad de generar enormes beneficios al gran capital y que cercena derechos y conquistas, algunas de las cuales parecían inamovibles. Asistimos contra una ofensiva contra el derecho laboral, a la plena libertad de los propietarios para someter a los inquilinos, facilidades de todo tipo para los grandes inversores, destrucción de la legislación de protección ambiental, etcétera. 
 El manifiesto propósito de Milei es iniciar una nueva etapa, con un régimen signado por la preeminencia absoluta de las relaciones mercantiles y un sistema en el que las grandes corporaciones sustituyan al Estado como regulador de la vida en sociedad. Allí están las grandes líneas del llamado “megadecreto” en vigencia en su mayor parte. Y de la “ley de bases”, rechazada por el Congreso pero con la que el ejecutivo vuelve a la carga.
 Un papel fundamental que se reserva para el Estado es el de la represión: Mayores facultades para las fuerzas armadas y de “seguridad”, desincriminación de los delitos que cometan, reglamentaciones que facilitan disolver a palos, gases y balas de goma cualquier movilización en el espacio público. 
 En la política exterior se despliega el alineamiento completo con EE.UU y la solidaridad ilimitada con Israel y el genocidio que comete en estos días. Ubicación que se profundizará si los próximos comicios en el país norteamericano derivan en el regreso al gobierno de Donald Trump, anhelado en público por el presidente. 
 Se completa el cuadro con una “batalla cultural” que busca arrasar con las políticas feministas, la defensa de los derechos humanos, el castigo a los genocidas, la protección ambiental, el reconocimiento a las comunidades indígenas y a los migrantes. Y hace blanco en las manifestaciones culturales y científicas y el sistema educativo público, que se hallan en trance de quita de financiamiento y reducción o disolución de los organismos estatales que actúan en esos campos.
 Asistimos además al derrumbe del perenne “pacto democrático”, que se conjeturaba que ponía coto por anticipado a actitudes antidemocráticas, a hechos de violencia cometidos o tolerados por el Estado, al regreso a políticas de la impunidad. 
 Sobra decir que el empresariado local e internacional, los organismos financieros y las fuerzas de la extrema derecha de todas las latitudes apoyan ese programa con entusiasmo, más allá de observaciones y dudas acerca de algunas exageraciones del mismo.

 No esperar nada y confiar en las propias fuerzas.

 
 Es un grave error la confianza en que el gobierno encuentre sus propios límites en la desorganización e improvisación que lo caracterizan, o que el padecimiento generalizado le inspire alguna compasión que modere la ínsita crueldad de sus acciones. 
 Su reacción ante hostigamientos y obstáculos está decidida y proclamada: Acelerar la marcha y colmar de amenazas e insultos a quienes considera adversarios, así lo sean de modo parcial e inconsecuente.
 Tampoco cabe esperar que lo llamen a sosiego los representantes parlamentarios, los gobernadores provinciales o el poder judicial. Son instituciones degradadas, sin ninguna voluntad de contrapesar con seriedad las peores demasías de quienes tienen hoy el mando. 
 Además comparten en gran parte la ideología de preeminencia sin disputa de la organización capitalista de la sociedad, aún en sus aspectos más dañinos, como el extractivismo desenfrenado. A lo sumo negociarán algunos puntos y rescatarán menguados beneficios en el restringido “toma y daca” que se les ofrece. 
 Así las cosas marchamos al “Pacto de Mayo”, un contrato de adhesión en el que el propósito es ratificar los principios generales que sostiene el gobierno en un acuerdo que abarque a los principales factores de poder. 
 La única respuesta eficaz estará en la lucha del movimiento obrero y las organizaciones sociales de todo tipo. Y en los impulsos de la democracia desde abajo, tales que puedan construir una suerte de gran asamblea popular que ocupe las calles y presione sin tapujos para que todos los sectores se sumen a la organización y la movilización. 
 La independencia frente a los partidos del sistema y respecto a toda la institucionalidad pública y privada que respalda o al menos acata las relaciones reales de poder , serán un requisito irrenunciable para emprender no sólo la resistencia sino preparar la contraofensiva. Al odio de clase que avanza y se acrecienta desde arriba habrá que responder con intransigencia en la defensa de todas las conquistas y con propuestas programáticas que tracen una alternativa social, política y cultural. A las coerciones materiales e ideológicas para imponer el individualismo autista sólo cabe contraponerle las más variadas y enriquecedoras formas de la construcción colectiva. 
 Vivimos una época aciaga y se preanuncian momentos igual o más arduos. Se requiere unidad en la acción y amplia disposición a no dejar pasar ningún atropello. La sociedad argentina tiene una trayectoria de combate contra la injusticia y de movilización masiva para ponerle freno a las tropelías cometidas desde el poder. Se necesita sostenerla y desarrollarla más que nunca.

 Daniel Campione | 26/03/2024

Los peligros de una pandemia permanente


Los peligros de una pandemia permanente 

Existe una correspondencia multidireccional entre el despojo del pensamiento crítico –entendido como la posibilidad de cuestionar y trastocar la realidad y lo establecido– y la irradiación de la desinfodemia digital. El triunfo reciente de la post-verdad coincide plenamente con el retraimiento de los procesos cognitivos, la entronización de las emociones y con la inoculación del odio en la nueva plaza pública. Es el terreno de la lucha en torno a la construcción de significaciones, así como del relativo a la apropiación y privatización de la conciencia 

 A su vez, una paradoja se generaliza en la era de la información: ante la exponencial irradiación de datos e información, no siempre verdadera, se impone una limitada capacidad humana para procesarla o asimilarla y se abren senderos para germinar a un individuo desinformado y sujeto al engaño y a la manipulación de las emociones. Para llegar a ello, dos tendencias se imponen: la lapidación del pensamiento crítico como posibilidad de plantear la duda, por un lado; y, por otro, no sugerir siquiera la existencia de la mentira por considerarse políticamente incorrecto. 
 El ataque masivo de desinformación y de mensajes preñados de odio no es nuevo. En la Roma antigua el futuro César Augusto mandó crear las llamadas monedas de Marco Antonio para difamar con ellas a este adversario político colocándolo como alguien manipulado por Cleopatra. En la Europa feudal circulaban noticias falsas en torno a los judíos y sus supuestas prácticas de sacrificar a niños para ofrecer su sangre. Incontables guerras estuvieron precedidas o se desplegaron al influjo de noticias falsas jamás verificadas (el supuesto ataque por parte de España al acorazado de Maine y que detonó la guerra entre Estados Unidos y el país ibérico; la supuesta fábrica de cuerpos alemana esgrimida por diarios británicos en 1917, etc.). El Tercer Reich también ejercía esas noticias falsas para justificar el Holocausto. En las décadas recientes destaca la niña kuwaití que declaró en 1990 ante el Congreso de los Estados Unidos una supuesta atrocidad respecto a niños recién nacidos que eran sustraídos por los militares iraquíes de los hospitales de Kuwait; o, bien, las supuestas bombas de destrucción masiva endilgadas al gobierno iraquí en el 2003 por parte del gobierno de los Estados Unidos para justificar una segunda invasión militar. El caso, en 2016, de Cambridge Analytica, o del Pizzagate, que incidieron en las elecciones estadounidenses de ese año. Generalmente, se parte de la identificación de un “enemigo” falso, se le atribuyen rasgos negativos que incentivan las emociones primarias de los receptores, y finalmente se influye sobre su percepción para formar opinión pública desdibuijada. Se pretende escandalizar a la audiencia con esas noticias falsas creadas deliberadamente para, por lo regular, ensalzar, desprestigiar o ningunear a alguien o a algo. La gran diferencia con las epidemias de desinformación de antaño es la instantaneidad y la simultaneidad que signa a los flujos masivos de información actuales, así como la relevancia inédita que asumen las redes sociodigitales hasta gestar un vértigo de celeridad (des)informativa que se torna incontrolable. A este carácter inédito se suma la emergencia y expansión de una industria mediática de la mentira, que opera de manera transnacionalizada y global.
 En medio del maremagnum de información, se torna complicado distinguir entre la realidad y lo que es falso, manipulado y/o distorsionado. Ello abre riesgos y desafíos en los asuntos públicos; sin embargo, el mayor de ellos es la nulificación de la capacidad del individuo para creer en el otro. Abriéndose así una era de la desconfianza masiva que cercena el ejercicio de la ciudadanía y distancia a unos individuos respecto a sus semejantes. Si la praxis política está mediada por el sentido colectivo de la confianza y la deliberación sobre lo común, pero las espirales desinformativas dinamitan dicha confianza, entonces toda posibilidad de abrir cauces de cohesión social y de edificación de proyectos de nación se diluyen. 
 La celeridad de la (des)información se torna incontrolable incluso hasta para los propios Estados. Las posibilidades de verificarla o contrastarla escapan a toda capacidad individual. Frases, imágenes, libelos, audios o videos circulan sin que existan posibilidades de mediación y procesamiento por parte de las audiencias no pocas veces pasivas e indefensas. El sensacionalismo ataca el neocortex y opaca toda voluntad de razonar por el golpe de efecto inmediato. Si en ello las emociones desempeñan un papel crucial, tanto líderes como audiencias pueden ser presas de esa pandemia desinformativa. 
 El sistema de esa industria mediática de la mentira opera de la siguiente forma: la noticia falsa se elabora en las mesas de redacción o en las oficinas de las editoriales, se difunde de manera masiva incluso recurriendo a las multiplataformas y se instala como sentido común a medida que la comentocracia o los falsos intelectuales o predicadores que opinan de todo se encargan de extender ideas sin sustento y que no soportarían el fuego de la contrastación empírica. 
Se trata de un sistema monopolico global regido por la calumnia y la difamación respecto al supuesto “enemigo” imaginario. Sin embargo, también pueden ser individuos aislados que disponen de un teléfono móvil y de una cuenta en alguna red sociodigital quienes difunden afirmaciones infundadas que proliferan en el ciberespacio. Se trata de dispositivos de control de la mente, las emociones y la conciencia. La (des)información es un proceso de inmovilización de los cuerpos y un estado de sitio psicológico que empequeñece o nulifica la capacidad de discernir, procesar y decidir. En ello juega un papel crucial el incentivar el miedo al exponer a los individuos a un estado de vulnerabilidad permanente que minimiza su autoestima. 
 Programas de entretenimiento, telediarios o noticieros, encabezados de periódicos, mesas de opinión, ejércitos de bots y trolls en el ciberespacio, entre otros, conducen y controlan el debate público a partir de la manipulación simbólica y el ataque y ninguneo indiscriminado al “enemigo” en turno. No pocas veces sus predicadores recurren a participaciones teatralmente incendiarias fundamentadas en la banalidad y en el tono alarmante. En tiempos electorales se activa toda una maquinaria de difamación para embestir a diestra y siniestra, sin más fin que la aniquilación semiótica del otro. 
 Esta industria mediática de la mentira se fundamenta en mensajes que apuestan a lo efímero; de tal manera que se trabaja para que triunfe la desmemoria y el olvido, la indiferencia y el anestesiamiento mental. Ello se observó con la sobrecargada de (des)información en los momentos más álgidos de la pandemia del Covid-19. El dogmatismo se mezcló con el histrionismo, la fatalidad con la ausencia de referentes sistematizados, la misericordia con el catastrofismo, el social-conformismo con la crisis de esperanza. De tal manera que con la pandemia se apostó por una desestructuración de la memoria y de las identidades en el concierto de una nueva religión en busca de feligreses: el higienismo y su consustancial dictadura de la obsesión compulsiva por el dato. El Johns Hopkins Coronavirus Resource Center fue la muestra clara de ello. 
 Las guerras de hoy en día se despliegan, sobre todo, en la mente. Son guerras mediático/digitales y, por tanto, son guerras simbólicas para dominar la construcción de significaciones y el sentido mismo de lo público. Se trata de una cruenta disputa por la conciencia y la hegemonía de narrativas. 
 El objetivo último de la viralización de la mentira es preservar el statu quo al instalar la resignación, maniatar la conciencia y al emboscar todo indicio de pensamiento crítico. Instalar el desahucio mental como estilo de vida es una prioridad de los poderes fácticos que hasta los totalitarismos del siglo XX envidiarían con desmesura. Odio, miedo, indignación controlada, resentimiento, sectarismo, chantaje, terror, negacionismo y escepticismo, le dan forma a la ideología supremacista dotada de una perspectiva del mundo que se pretende como única e incuestionable. De tal manera que la mente es el nuevo escenario donde fincar la derrota y postración de las masas atomizadas. 
 El ataque de los mass media a la conciencia es también un ataque masivo contra las clases sociales depauperadas y excluidas. A su vez, el sensacionalismo y la nota roja son un espectáculo exhibicionista y un negocio. Los asesinatos, los crímenes y las tragedias son transmitidos en tiempo real, incluso con participación de los internautas que viralizan algún video sangriento en segundos. 
 Esta invasión mediática de la mente es ya un problema de salud pública que no es atendido ni regulado. El colapso de las emociones y los imaginarios de las audiencias pasivas es un asunto que no es atendido por los Estados pese a los altos grados de morbilidad. Cuando se cuestiona la mentira, la banalidad, la denostación y el negocio mediático de la muerte, los empresarios criminales de los mass media alegan ataques a su derecho sagrado de la libertad de expresión. Si un gobernante osa en contener o cuestionar a esta jauría mediática y digital, de inmediato es acusado de dictador. La verdad es dinamitada y reducida a rescoldos humeantes del pasado; en tanto que los hechos y la realidad no cuentan ante lo efímero de las narrativas post-factuales. Se trata de mercenarios de la desinformación que trafican con la subjetividad como divisa de sus opiniones desorbitadas. Más todavía: en medio del nihilismo postmoderno, los poderes fácticos que controlan los mass media y los sistemas multiplataforma instalan toda una furibunda epistemología de la mentira teatralmente construida con ejércitos de comentócratas, francotiradores que conducen telediarios y demás sicarios que deambulan por el ciberespacio y las redes sociodigitales. 
 La trivialización mediática solo evidencia el páramo intelectual en el cual está instalado el debate público. La misma mercadotecnia empleada para la promoción de mercancías es usada para posicionar mesiánicamente a algún político, generalmente sin proyecto de nación. Entonces, la ideología de la democracia es reducida a un botín expoliado por la voracidad de los oligarcas y el desencanto de los ciudadanos. 
 Las ruinas y escombros dejados a su paso por el huracán del fundamentalismo de mercado de los últimos cuarenta años muestran a una sociedad fracturada, fragmentada y carente de referentes ideológicos y de fe en las instituciones. Abriendo ello el terreno propicio para el extravío de la vocación ciudadana y la acción colectiva proactiva. Dinamitadas instituciones como la familia y reducidos al mínimo los mecanismos de protección y seguridad social, la orfandad ideológica y la ausencia de conciencia de clase solo son síntomas de una sociedad colapsada y expuesta a la tergiversación semántica y a la desconfianza. El asalto a la razón no solo fue azuzado por las filosofías nihilistas, sino también por quienes instalaron y potenciaron al homo digitalis en medio de la intriga, la conspiración y la barbarie mediática. Al unísono de la entronización del individualismo hedonista, la razón y la palabra fueron lapidadas. El espectáculo mediático no es mediado por el ejercicio del pensamiento entre las audiencias; por tanto, cuanto circula por las pantallas de televisión o de teléfonos móviles, sea descarnado, sujeto a exageraciones y regido no pocas veces por la ira y el sinsentido. De ahí que se llegase al extremo de suplantar el razonamiento colectivo en la praxis política y en el abordaje de los problemas públicos. Al exaltarse las emociones desde las pantallas, se achican los márgenes para la razón. Mentira, desinformación, demagogia y tonos bufonescos y rabiosos se combinan en la plaza pública para asfixiar todo sentido de comunidad y para consolidar una atomización solo movilizada por el voto sexenal. 
 Si la desinfodemia y la pandemia digital campean a sus anchas con total impunidad es porque el individualismo echó raíces en una sociedad deshilvanada, desconfiada y sin suficientes mecanismos de cohesión. Son ya varias décadas de dominación ideológica inoculada desde la familia, la escuela, la empresa, la mercadotecnia, la música, el cine, la estética, las organizaciones estatales, las iglesias, los mass media, la Internet, el anestesiamiento de las universidades, etc. La racionalidad de la competitividad a ultranza y la ideología de la meritocracia condujo a una lucha sin cuartel de todos contra todos y a un callejón sin salida donde el aparente éxito, prestigio y confort individuales no se traducen automáticamente en un sentido comunitario que posibilite a los individuos contener las oleadas desinformativas cuya finalidad es el mercadeo de intereses creados y de la sangre ajena y derramada por obra y gracia del crimen. Es el triunfo del pragmatismo, del hedonismo y del escepticismo exacerbados. Ese fundamentalismo de mercado impregna, salvo honrosas excepciones, a casi todo aquel individuo que se posiciona desde los medios convencionales y desde allí difunde algo que denomina noticia. Financistas no faltan y la pluma y el papel en blanco se venden al mejor postor. No importa reivindicar la verdad; importa el sensacionalismo y someter el pensamiento a un régimen empresarial totalitario que explota al periodista y lo hace traicionar al sentido común y apartarse de la realidad. 
 La realidad social y la verdad en torno a ella es patrimonio de las sociedades, pero son expoliadas por la monopólica industria mediática de la mentira que denigra la conciencia humana. Al trapicheo desinformativo y a las injurias tiiene que oponerse la reivindicación de la dignidad humana y del sentido común para que la desciudadanización no se agrave.
 La desinformación y la pandemia digital son piloteadas por seres patológicos que hacen de la mentira una obsesión, un modus operandi y un modus vivendi. Se trata de un estilo de vida fundado en la injuria y el clasismo; en una guerra frontal contra las clases populares y empobrecidas que consiste en criminalizarlos, ningunearlos, invisibilizarlos y silenciarlos. El terreno es el de la simbólica y en ella se construye y entreteje el poder y los dispositivos de control del cuerpo, la mente, la conciencia y la intimidad. Lo lamentable de esto es que no pocos individuos aceptan esta dominación simbólica, la consienten, la legitiman y la asumen hasta con resignación y desenfado. Esa es la batalla ganada a través del social-conformismo. Por ello es importante que las sociedades se cuestionen a sí mismas respecto a su capacidad para construir y procesar narrativas alternativas que brinden una racionalidad y un sentido distintos a los que se pretenden hegemónicos. 
 Trasladados los antagonismos y conflictividades sociales al terreno de las ideas, las plutocracias comprendieron que el desarrollo tecnológico puede llevar consigo una difusión e imposición de narrativas, cosmovisiones, racionalidades y sentido en tiempo real y con una alta capacidad de diseminación y penetración. De ahí que las tecnologías no sean neutrales, sino que las conversaciones son conducidas a partir de criterios pre-establecidos. 
 Romper esta lógica de la dictadura de las narrativas hegemónicas supone construir narrativas alternativas que subviertan las significaciones predominantes. El cultivo del pensamiento crítico es una primera condición, la segunda es la regeneración de la cohesión social. Pero el círculo no se cerrará sin la construcción de movilizaciones que se apropien creativamente de las tecnologías de la comunicación y la información desde los márgenes. Para ese conjunto de mínimas condiciones se precisa de una universidad pública que salga del ostracismo y de la falta de imaginación creadora.

 Isaac Enríquez Pérez | 15/04/2024

Martha Argerich denuncia al gobierno


Martha Argerich, pianista argentina, exponente a nivel internacional, denunció mediante una carta pública el fin del programa nacional de becas bianuales para capacitación intensiva de jóvenes que participan del programa de orquestas infantiles en las villas y barrios carenciados. 
 Las becas, que llevan su nombre, están destinadas a músicos de entre 18 y 26 años de todo el país que forman parte de las orquestas Andrés Chazarreta y Celia Torrá. Fueron fundadas por Rolando Goldman, ex director nacional de música y ex miembro del sindicato de músicos (SADEM), junto al Ministerio de Cultura de la Nación en el año 2021. Eduardo Hubert, Gustavo “Popi” Spatocco y Lucía Zicos, referentes de la música clásica local, fueron el jurado que evaluó a los 63 aspirantes de las 35 becas. 
 Sin el nombramiento de un director a cargo, ante la renuncia de Goldman, a la mitad de los profesores del programa no les renovaron el contrato. El nuevo funcionario a cargo de Cultura, Leonardo Cifelli, atribuyó la demora a la “transición administrativa”. (La Nación, 8 de abril). 
 Pero los contratos laborales “que no renovaron” son despidos encubiertos. El desguace de las estructuras culturales públicas son el resultado de un cuadro terminal de precariedad laboral, avalado por las burocracias sindicales de UPCN, ATE, SUTECBA y sus distintas expresiones provinciales. “Boccato di cardenale” para el ajuste fiscal de Milei. 
 La banda sinfónica de la Ciudad de Buenos Aires tiene un 30 % de personal fuera de planta permanente cobrando la mitad. La dirección del sindicato SUTECBA defiende la precariedad laboral a cambio de despidos, una extorsión patronal que solo conduce a la inestabilidad laboral y posterior despido. Algo que pasa también en las orquestas infantiles de los barrios “populares” de los programas de Ciudad, que dependen del Ministerio de Educación. Pero los contratos precarizados abundan hasta en el Teatro Colón dependiente del presupuesto nacional, que ha sufrido despidos los últimos años en sus talleres y sostiene el vaciamiento de los elencos estables. 
 Con 600 despidos en el sector Cultura del ministerio nacional, incluyendo 170 despidos en el Instituto de Cine (INCAA), amenazan con su cierre. Sus salas de cine como el Gaumont, la escuela nacional de cine (ENERC), las bibliotecas populares, son un blanco contra el acceso a la cultura de todas y todos. En los estatales de Nación, donde los despidos se cuentan en más de 15.000, la burocracia de UPCN armó las listas con el gobierno y la de ATE desorganiza la lucha colectiva.
 En enero las autoridades de la Subsecretaría de Cultura de Pilar, provincia de Buenos Aires, desarmaron la Orquesta Sinfónica Municipal mediante el despido de los 31 músicos y músicas que integran el organismo. Fue el punto final, según expresan en un comunicado, de un año de violar acuerdos salariales, pago de aguinaldo, bonos y cancelaciones de conciertos. 
 Mientras los sindicatos estatales se acomodan a los tiempos que corren es necesario organizar de forma autoconvocada en los lugares de trabajo. Tomar en nuestras manos la organización colectiva y trabajar por la unidad de todos los sectores de la cultura junto al resto de la clase obrera en un único plan de lucha y huelga general. 
 Con un programa de base: pase a planta y defensa del salario mínimo igual al costo de la canasta familiar, podemos enfrentar los despidos, la precarización de contratos de planta transitorios, interinatos, monotributo y salarios de miseria que condenan al obrero a correr de un trabajo a otro para sobrevivir. 
 Marta Argerich fue becada a muy temprana edad por el Estado bajo el segundo mandato de Perón. Pudo viajar con su familia que también recibió ayuda y logró formarse en Europa, donde vive desde entonces. Todos los años brinda un programa de conciertos. Cerró su denuncia afirmando: “Si el Estado no apoya y contribuye a la cultura, el futuro es muy peligroso”. 

 Eugenia Cabral y Maxi S. Cortés 
 11/04/2024

Corte de la 9 de Julio: los piqueteros enfrentamos la emboscada policial


Con centro en la Avenida 9 de Julio, el pasado miércoles 10 de abril el movimiento piquetero llevó adelante acciones de lucha en todo el país. Para llevar adelante este desafío al Protocolo Antipiquetes, se coordinó la acción con una serie de reuniones entre las organizaciones para discutir todos los detalles, la modalidad y como comunicar y darle difusión a la medida. Evaluando que para lograr la masividad es vital impedir operativos y razzias sobre las estaciones de trenes y colectivos
.Llegando a superar los 50.000 manifestantes, durante varias horas el corte fue total, ocupando desde el propio ministerio de calle Moreno y 9 de Julio hasta pasada la altura de Av. Rivadavia. Las organizaciones presentes fueron UTEP, CCC, Polo Obrero, Barrios de Pie, MST Teresa Vive, la Coordinadora por el Cambio Social, Fenat, CTA, La Poderosa, entre las organizaciones y reagrupamientos principales. Una columna de los barrios del conurbano y CABA del Polo Obrero Tendencia estuvo presente. 

 Emboscada en la 9 de Julio 

Llegando al mediodía desde la oficina de Pablo De la Torre se contactaron con las organizaciones para pautar una reunión por los reclamos. De los cuales el más urgente es la cuestión de los alimentos. En esos momentos, las organizaciones empiezan a convocar a sus dirigentes, donde algunos con expectativas y otros con escepticismo decidieron asistir a la reunión. La policía se proponía de nexo con las autoridades para acelerar las negociaciones. Las columnas empezaron a preparase para marchar hacia la oficina de Juncal y Carlos Pellegrini. 
 Es en esos momentos, sin mediar contacto, empieza una represión sobre el conjunto de la columna, avanzando con una línea de gendarmes a lo ancho de la 9 de Julio con carros hidrantes, motos, drones y dos helicópteros. La policía federal y de la ciudad tenían la orden de desalojar a como dé lugar, avanzando con gases, balas de goma y palazos sobre las primeras líneas de la movilización. Sin importar la presencia de personas mayores, embarazadas y niños. Las organizaciones empezaron a retroceder hacia el sur de la ciudad. A la altura del ex Ministerio de Desarrollo Social las columnas pudieron desconcentrar sin mayores altercados. 
 Hubo 11 detenidos de diversas organizaciones incluyendo tres del Polo oficial donde uno fue herido de gravedad, dos del MTR 12 de abril, un fotógrafo y un periodista. Las imágenes televisadas hablaron por si solas, los detenidos eran rodeados prácticamente por decenas de policías, reducidos violentamente, golpeados y arrastrados por el suelo. En el caso de Edwin Capquia (Polo Obrero) terminó hospitalizado en el Ramos Mejía. Los heridos y golpeados entre las organizaciones son decenas; gracias a la rápida acción de repliegue se evitó una estampida que podría haber terminado en tragedia. Un conocido movilero de Crónica TV, Diego Ricardi, recibió un balazo en la cara a la altura del mentón, mostrando que estaba la orden de disparar a los rostros. 
 La dureza y prolongación de los enfrentamientos muestra también la bronca contra el gobierno acumulada en la base de las organizaciones. Era evidente para todos que el llamado a la reunión era una farsa para montar una provocación contra el movimiento piquetero. Más allá de la saña represiva durante esas horas estaba claro entre los manifestantes que por primera vez desde que asumió el gobierno de ‘La Libertad Avanza’ el protocolo se transformó en un concepto inaplicable. 

 Escalada represiva y repercusiones 

El secretario de seguridad porteño Diego Kravetz festejó el operativo e intentó mostrarlo como exitoso: “Tuvimos dos oficiales heridos y ocho detenidos. Trabajando fuerte se logró despejar la calle”. Sobre la sorpresa ante la jornada se excusó “no era prevenible. Sabíamos que iba a haber un corte, pero ellos no quisieron dialogar”. Según funcionarios de Patricia Bullrich en Seguridad de la Nación, el problema fue que la Policía de la Ciudad era quién debía evitar los cortes de arterias y la Federal solo custodiar el edificio. 
 Jorge Macri, en un enfrentamiento con Bullrich, llamó a conferencia de prensa para las 16 horas: "Nadie en la Ciudad está por encima de la Ley. Fue un operativo que marca un antes y un después sobre cómo se plantea y cómo se defiende el orden y la libertad de circular". A través de la red social X Javier Milei likeaba publicaciones en donde se golpeaba a los detenidos. 
 De emergencia, una reunión de las organizaciones se realizó en el local de la UTEP del barrio de Constitución, en donde las organizaciones pasamos en limpio lo sucedido, se emitió un comunicado de prensa y se llamó a una presencia en la Alcaldía de calle Zabaleta donde se encontraba parte de los detenidos. Se sumaron organismos de Derechos Humanos y organizaciones políticas que llevaron solidaridad y una asistencia legal. En la puerta de la Alcaldía 4 llamó la atención el gran operativo policial que recibió a los dirigentes, que realizaron una conferencia de prensa en el lugar. 
 Durante el jueves, junto a la ronda de las Madres de Plaza de Mayo se realizó una concentración para reclamar la liberación de todos los detenidos. Por estas horas 5 de los detenidos ya fueron liberados. Mientras, avanzan las reuniones de todo el arco de organizaciones para preparar una nueva movilización multitudinaria por la libertad de los compañeros y por todos los reclamos. 

 Nuestros reclamos 

Reciéntenme Christian Hooft de ACIERA (Iglesias Evangélicas) que viene de firmar un millonario convenio de alimentos confesó: “Nos metimos en un lío”, "¿Y qué vamos a decir que la iglesia no puede ayudar? Ahora el tema es ¿y los recursos, el equipo de gente y los voluntarios? ¿De dónde salen?". Mostrando que empieza a fracasar el esquema de los funcionarios liberales para sustituir la red de comedores populares. 
 Mientras los reclamos llevados adelante el 10 de abril siguen sin respuesta. En particular para los comedores que se encuentran en una situación de abandono sin asistencia ni ayudas, también repercute el congelamiento de montos en planes sociales. La situación del nuevo esquema del ministerio es asociada por diferentes especialistas como un desmantelamiento de las políticas sociales nacionales.
 Hoy el gobierno dio difusión a su nueva regulación: “se quitará el plan social a que aquellos que corten calles” y también para aquellos que “incurran en actos de violencia que importen la alteración del orden público”, algo repetido por Sandra Pettovello desde que asumió. Entre la normativa firmada aparece el límite hacia aquellos que obtenga un trabajo en blanco que pasa del anunciado de tres salarios mínimos a solamente poder percibir un salario mínimo. También se amenazó con una judicialización masiva a los dirigentes que llaman a movilizar y reclamar. 
 Esta movilización muestra que entramos a una nueva etapa en donde la preparación y la coordinación serán vitales. El protocolo de Bullrich no será desechado alegremente por el gobierno y menos aún por Jorge Macri, que consideró lo de ayer “un punto de inflexión”. 
 Para recuperar el alimento para los comedores, revertir las bajas discriminatorias y conquistar el aumento en los montos hay que confluir con los sectores que están en lucha del movimiento obrero como los estatales, docentes, metalúrgicos y del transporte.

Leonardo Perna
12/04/2024

domingo, abril 14, 2024

¿Y si Venezuela hubiera asaltado La Embajada de España para capturar al prófugo Leopoldo López?

CON FILO | Ecuador

Retroceso ucraniano y escalada de la Otan con Rusia


La posibilidad, más que cierta, de un colapso del ejército ucraniano, disparó una crisis al interior de la Otan. Las consecuencias internacionales de la derrota de la contraofensiva ucraniana, todavía se hacen sentir. Es que lo invertido y lo perdido por la alianza atlántica, en materia de equipo y suministros, fue mucho. Ucrania, claro está, puso la carne de cañón y ahora falta críticamente el personal. 
 Es en este cuadro que surge la iniciativa del presidente galo, Emmanuel Macron, respecto del envío de tropas francesas a Ucrania. El plan, según medios de ese país, es que los galos envíen un contingente de 2 mil tropas de fuerzas especiales, sea para cubrir la frontera de Ucrania y Bielorrusia y liberar así a reservas ucranianas para luchar en el este, o bien para apostarse en la margen occidental del Dnieper.
 Macron, además, declaró que sus líneas rojas eran Odessa y Kiev. Resulta entendible pero llamativo, porque si bien es cierto que Rusia se está imponiendo en la línea del frente, también lo es que las tropas de Putin están muy lejos aún de esas ciudades. 
 Pero el presidente francés también prometió el envío de tropas francesas a Moldavia. Ya hemos referido en la revista En Defensa del Marxismo, en un artículo de balance de dos años de guerra, sobre la penetración de la Otan en Moldavia y cómo se viene procesando una política de cerco sobre la región prorrusa de Transnistria y la autonomía, también prorrusa, de Gagauzia. La cuestión es que Rusia no necesita invadir Moldavia, pues conquistando Odessa directamente tendría frontera inmediata con Transnistria, lo cual a su vez le daría acceso al arsenal de munición de artillería más grande de la época soviética.
 Detrás de Macron y la posibilidad del envío de tropas, se apuntan Inglaterra, Polonia, República Checa y los Estados bálticos. Sin embargo, “su controvertido comentario sobre las tropas en el terreno obtuvo una recriminación instantánea y muy pública del canciller alemán Olaf Scholz y enfureció a los funcionarios estadounidenses que en privado dicen que tal medida podría incluso correr el riesgo de fomentar un enfrentamiento con Moscú, según un alto funcionario familiarizado con las discusiones entre los aliados” (Bloomberg, 27/3). 
 Incluso, recientemente, el Bundestag se pronunció por amplia mayoría respecto a que el envío de tropas francesas a Ucrania sería un acto individual de Francia, que no daría razones para la invocación de la defensa colectiva del artículo 5 del tratado de la Otan. Esto no quiere decir que Alemania no se prepara la guerra; por el contrario, ha resuelto una reforma integral de su ejército y evalúa la reinstauración del servicio militar obligatorio. Rusia ha respondido por distintos medios que la introducción de tropas de la Otan en Ucrania implica un causus belis para Rusia, por lo que dichas unidades francesas serían un objetivo militar legítimo. 
 Es claro que la Otan ya tiene tropas en Ucrania. La conversación de generales de la fuerza aérea de Alemania, obtenida por los servicios secretos de Putin, no solo da cuenta de la implicación directa de la alianza atlántica en las operaciones, principalmente para el manejo de sistemas de armas complejos, sino también que allí se dijo explícitamente que Francia e Inglaterra tienen personal para garantizar el funcionamiento de los misiles Storm Shadow/Scarlp (mismo misil, que cambia de nombre según se produzca en Inglaterra o Francia). 
 En ese orden, es claro que Ucrania no podría realizar un céntimo de sus operaciones sin la designación de objetivos obtenidos por los satélites de la Otan. Las operaciones contra la flota del Mar Negro, o los ataques a las refinerías del oeste ruso, serían imposibles sin la logística y la inteligencia de Estados Unidos. 
 La defensa antiaérea ucraniana, hoy muy menguada por los bombardeos rusos y la falta de provisión de munición, no podría actuar sin los operadores de los países de la Otan que envían los sistemas y sin los aviones de reconocimiento temprano que operan desde Rumania buscando a la aviación y los misiles rusos en el espacio aéreo ucraniano. 
 Sin embargo, el envío de tropas regulares, adjuntas al ejército ucraniano, significaría una escalada cualitativamente superior. Porque si bien un contingente de 2.000 tropas no tiene perspectiva ni capacidad de combate en el frente ucraniano, lo cierto es que su eventual eliminación también podría ser tomado por la Otan como un causus belis para escalar las hostilidades. 
 La perspectiva de la guerra mundial, y por lo tanto su escalada en un conflicto nuclear, es lo que genera contradicciones al interior del campo de la Otan y las presiones de algunos Estados hacia Ucrania para que capitule o abra una negociación con Moscú. 
 La falta de una dirección clara para la Otan claramente se traslada a las elecciones que se realizarán este año para el Parlamento Europeo, así como, claro está, en relación a las elecciones presidenciales de Estados Unidos de noviembre. Es claro, también, que la disputa electoral está delimitada en parte por las posiciones que hay en torno a la guerra. 
 Habrá que ver, además, si finalmente el partido republicano afloja algo del paquete de ayuda a Ucrania ya votado en el Senado de mayoría Demócrata. Hay indicios de que ello podría ocurrir en el marco de las sesiones de la Cámara de Representantes. En ese caso, dependiendo del tiempo que tome el suministro, Ucrania podría aguantar un tiempo más. 
 Es necesario que la clase obrera intervenga en rechazo de esta guerra imperialista reaccionaria. El enemigo está en el propio país. Guerra a la guerra. Por gobiernos de trabajadores y la confraternización de los pueblos. 

 Facundo Miño

Ucrania: las novedades en el frente militar


“Si necesitas 8.000 disparos al día para proteger la línea del frente, y sólo tienes, por ejemplo, 2.000, tendrás que hacerlo menos. ¿Cómo? Retirándote, por supuesto. Acortar la línea del frente. Si el frente se abre paso, los rusos podrán entrar en las grandes ciudades”, afirma Volodomir Zelensky, el presidente ucraniano (Washington Post, 29/3).
 ¿Cómo es que Zelensky, el mismo que hace pocos meses declaró que Ucrania solo tuvo 31 mil bajas, el que dijo por tanto foro internacional que Rusia estaba liquidada, ahora declara sobre la inminente retirada de ucraniana? Veamos.
 La caída de Adviivka fue un baño de sangre. Las tropas ucranianas, abrumadas por la aviación y artillerías rusas, comenzaron una desbandada, desacatando las órdenes del mando de luchar por la ciudad. Solo después que la desbandada desordenada adquirió volumen, el mando ucraniano anunció cínicamente una retirada táctica, “para proteger” a sus tropas. 
 Atrás quedaron los heridos y varios grupos ucranianos que perdieron la comunicación con el mando de la zona. Tras las líneas rusas, también quedó mucho equipo táctico y pesado provisto por la Otan. La tercera brigada de asalto del regimiento nazi Azov, que solo tuvo intervención por pocos días, no paró de publicar epitafios en sus redes sociales. Los que huyeron, tuvieron que hacerlo por una corta brecha que se encontraba no ya cubierta por la artillería, sino bajo control visual de las tropas rusas. 
 Los medios otanistas dicen que Rusia perdió 17 mil tropas en Adviivka, mientras que reconocen que la tasa de reposición mensual de reclutas que Rusia envía al frente es de 30 mil. Más allá de la tasa de reposición positiva, no pareciera posible que Rusia haya perdido tanto personal, puesto que, como informamos, mientras que el bombardeo se condice con un ataque a gran escala, la introducción de tropas se hace con pequeñas unidades. 
 Ya hemos señalado la importancia relativa que tiene Adviivka para aliviar los bombardeos sobre Donetzk, así como también la importante fortificación que suponía desde 2014. Sin embargo, lo central a tener en cuenta no es la recuperación de Adviivka en sí, sino el cómo se obtuvo: por una masividad de bombardeos aéreos, combinado con un gran uso de artillería contra las posiciones fortificadas, y con drones de contrabatería contra la defensa antiaérea, los radares y las torres de artillería. 
 A lo largo de todo el frente, Rusia ha logrado despachar más de 150 ataques diarios con bombas de planeación FAB, guiadas por GPS satelital, que se arrojan con alta precisión a una distancia considerable de la línea de contacto, lo cual protege a los aviones de las defensas antiaéreas. Los aviones multipropósito SU-34 y SU-35, tienen la capacidad de cargar 4 bombas de 250kg, 2 de 500kg o 1 devastadora de 1500km. Para peor, se observa una estandarización y producción masiva de las bombas de 1500kg y desde febrero se comenzaron a producir las FAB-3000. 
 Según Forbes (4/3), los cazas Su-34 y Su-35 de las Fuerzas Aeroespaciales Rusas realizan cien o más salidas al día, atacando posiciones ucranianas con bombas FAB guiadas por satélite. “En los últimos días, la Fuerza Aérea de Ucrania comenzó a utilizar bombas guiadas French Hammer a una distancia de hasta 40 millas. Pero 50 bombas francesas al mes es muy poco en comparación con los miles de KAB que los rusos pueden lanzar mensualmente. Kiev tiene una esperanza: la ayuda de Estados Unidos”. 
 La respuesta de Syrsky (nuevo jefe de las fuerzas armadas) y Zelensky ante el dilema aéreo presentado por los rusos fue la de acercar los sistemas de defensa antiaérea a la línea de contacto. El resultado fue que Rusia se cargó sistemas Patriot, Nasams, S-300 y otros, lo cual redunda en un mayor dominio aéreo. 
 Asimismo, para frenar el avance ruso post Adviivka, Syrsky está moviendo a las reservas apostadas en el norte de Chernigov y en la frontera con Bielorrusia. De ese modo, ha logrado tapar agujeros con infantería en la zona. Sin embargo, de momento, no ha logrado una estabilización en la dirección de Adviivka, sino que solo ha conseguido relentizar un poco el avance ruso infringiéndole bajas. 
 También, acercaron baterías Hymars a la línea de contacto, tras lo cual, los rusos se han cargado también algunos de estos complejos de misiles. Y los ucranianos, al mismo tiempo, sacaron a relucir los tanques Abrams contra la orden de EEUU de resguardarlos. La consecuencia es que ya hay confirmación visual de la destrucción de 6 de los 31 enviados. 
 Claramente, es por esto que en el artículo anterior contamos que a Sirsky sus tropas lo llaman “el carnicero”. No por las bajas que infringe a sus adversarios, sino a sus propias tropas saturando el terreno con infantería en combates de desgaste, con una “defensa activa” que no conviene en nada a Ucrania. 
 Así, más allá que en las últimas semanas se registra una recuperación ucraniana en los suministros de munición de artillería, la diferencia de la producción rusa respecto de la del conjunto de la Otan, todavía marca una diferencia sustancial en el teatro de operaciones a favor de Rusia. Más aún, la diferencia se ensancha si le tomamos en consideración las rondas de artillería que Rusia consigue de Corea del Norte e Irán.
 En cierta forma, esta circunstancia de combate (donde se manifiesta una brutal campaña de bombardeos tácticos que eliminan posición por posición, pero también bombardeos estratégicos que están devastando el sistema energético y la infraestructura), deja en un segundo plano a lo que ocurra con las tropas en tierra y a la situación del Mar Negro, donde está planteada una crisis a mediano plazo para Rusia.
 Los comandantes ucranianos dijeron a Der Spiegel (12/3) que las Fuerzas Armadas de Ucrania no durarán mucho. “La mayoría está de acuerdo: debido a la falta de suministros, casi todas las unidades se ven obligadas a ahorrar munición”. 
 El medio alemán agrega que algunas tropas ahora pueden mantener sus posiciones, pero “sólo hasta que el ejército ruso ataque con toda su fuerza”. Si los ataques se intensifican, debido a la grave escasez de personal, armas y municiones, no podrán detenerse por mucho tiempo. Entonces, las unidades de las Fuerzas Armadas de Ucrania tendrían que retirarse; “sin embargo, las posiciones para la retirada tampoco están bien desarrolladas”. 
 Para colmo, Ucrania no solo dilapida su equipo y sus tropas en contraataques inconducentes en la dirección de Donetzk, sino que, además, como citamos en el artículo que comentamos el nombramiento de Sirsky, su designación traería aparejada nuevos “ataques irreflexivos”.
 En ese sentido, en la previa de las elecciones rusas, las fuerzas especiales de Ucrania (GRU) y la llamada legión “Rusia Libre” intentaron por varios días invadir Kursk y Belgorod. Fue otro baño de sangre. Los rusos tenían una amplia superioridad de tropas y de aviación en la zona. Los helicópteros K-52, apoyados por drones de reconocimiento, salieron de caza en el zoológico. 
 La campaña de ataques contra Belgorod, que sugestivamente se dio concomitantemente con el ataque terrorista en Crocus City Hall, solo logró la eliminación efectiva de las tropas ucranianas en la frontera y que los ataques de la aviación rusa se distrajeran un poco de la línea de contacto del frente.
 Pasada la incidencia de Belgorod, la situación del frente no cambia en nada en favor de Ucrania. Por el contrario, “los próximos cinco o seis meses podrían ser críticos”, dice Konrad Muzyka, analista de Rochan Consulting y autor del sitio web Ukraine Conflict Monitor. Las prioridades para Ucrania, según Michael Kofman del Carnegie Endowment for International Peace, son “mano de obra, fortificaciones y municiones” (The Economist, 25/3) 
 Así las cosas, con la posibilidad cierta de un colapso ucraniano, es comprensible la crisis al interior de la Otan, con Francia a la cabeza, respecto al envío de tropas a la misma Ucrania. 
 Al terminar estas líneas, los reportes indican que Rusia rompió ciertas líneas defensivas ucranianas en Liman, Adviivka y Chasiv Yar (ciudad que, de caer, abre las puertas a Kramatorsk y Sloviansk). Habrá que ver qué ocurre de aquí al verano, cuando se espera una ofensiva rusa en regla.

 Facundo Miño

Crecen las luchas contra el gobierno del “ajuste más grande de la historia”


Panorama político de la semana. 

 Con su acostumbrado estilo grandilocuente, el presidente Javier Milei se jactó la semana pasada, durante la presentación de un libro del conductor de LN+, Eduardo Feinmann, de estar haciendo “el ajuste más grande de la historia de la humanidad, documentado por el staff del FMI”. Y, acto seguido, convocó a los empresarios presentes a invertir en la Argentina, cotizándola como “un excelente caso de negocios para entrar y ganar mucho dinero”. 
 Así plantea las cosas el “embajador internacional de la luz” (tal la distinción que le entregó esta semana un sector de la comunidad judío-norteamericana): una pulverización de sueldos y jubilaciones, y del presupuesto educativo y sanitario, para apuntalar los negocios de una minoría de grupos capitalistas y satisfacer las exigencias de los organismos financieros internacionales. Y, mientras en la Argentina los comedores populares están desabastecidos por determinación de su gobierno, y la pobreza ya envuelve al 60% de la población, incluyendo a millones de trabajadores, el presidente se prepara para subirse a uno de los F16 que se comprarán –por decenas de millones de dólares- a Dinamarca, siguiendo los dictados de la Casa Blanca. Al complejo militar imperialista, claro, no le llega la motosierra. 
 Pero también el presidente muestra un gran desapego por la realidad del país, como cuando dijo en una entrevista con Alejandro Fantino que hay síntomas de “deflación”, en referencia a unos anuncios de precios de una cuenta en la red social X que, encima, resultaron ser falsos. La inflación, que hace estragos en los bolsillos de los trabajadores, sigue siendo una calamidad (11% en marzo y casi 300% en el último año), no importa cómo quiera dibujarlo el líder de las “fuerzas del cielo”. 
 En su febril cruzada por el ajuste y las “reformas estructurales” que demanda la clase capitalista, el gobierno envió al parlamento una nueva versión –más acotada- de la Ley Omnibus que se había empantanado en el Congreso. Establece la restitución del impuesto a las Ganancias, un plan de privatización de empresas públicas y numerosas concesiones a los grupos empresarios. Como se sabe, está negociando su aprobación con los gobernadores y la oposición. Como parte de estas tratativas, la UCR presentaría un proyecto propio de reforma laboral, ya que la versión oficial, incluida en un capítulo del mega-DNU de Milei, se encuentra suspendida por decisión de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo. La propuesta del radicalismo incluiría una ampliación del período de prueba de 3 a 6 meses, la eliminación de multas por el trabajo no registrado y la institución de un fondo de cese laboral que reemplace las indemnizaciones, al estilo del que ya rige en la Uocra.
 Música para los oídos de la clase capitalista. Pero lo más notable de todo es que la CGT expresó su disposición a discutir esta reforma, en tanto no afecte sus privilegios como casta burocrática. Dirigentes de la central mantuvieron una reunión con el ministro del interior Guillermo Francos. Fue recién después que la central anunció un paro general para el 9 de mayo, aunque deja la puerta abierta para levantarlo. “Tenemos mucho tiempo para seguir conversando”, acaba de decir Francos. 
 Con respecto al destino de la Ley Omnibus, habrá que ver hasta dónde llegan los compromisos por arriba. Para el gobierno no es sencilla la tarea, porque las internas atraviesan incluso a su propia formación política, como lo revela la encarnizada disputa faccional que culminó en el apartamiento del líder del bloque de diputados de La Libertad Avanza, Oscar Zago, quien anunció la conformación de un espacio propio en la cámara, con otros dos legisladores.

 Las luchas 

Este miércoles 10, la Policía de la Ciudad -con el auxilio de las fuerzas federales de la ministra de seguridad Patricia Bullrich- reprimió violentamente una gran movilización unitaria de las organizaciones piqueteras que demandaba alimentos para los comedores populares, dejando además diez detenidos. El gobierno le quita el pan de la boca a los chicos, reprime y lo festeja, como hizo Milei en sus redes sociales.
 El ajuste brutal está desatando luchas importantes. La docencia paró a nivel nacional el 4. Los estatales lo hicieron el 5, aunque lo más notable de la jornada fue la movilización de cinco mil trabajadores del sector público a Plaza de Mayo. Aquí se libra una batalla clave, ya que la motosierra de Milei está ejecutando despidos masivos, incluyendo sectores extremadamente sensibles.
 Las universidades han entrado en ebullición ante el desfinanciamiento presupuestario y el retroceso salarial. Los docentes pararon y hubo clases públicas, asambleas y manifestaciones en distintos puntos del país, como en Córdoba, Mar del Plata, Bahía Blanca, La Plata, Trelew y San Juan. Uno de los hechos más emblemáticos fue el abrazo de 1.500 estudiantes, docentes, no docentes e investigadores de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA, en defensa de la universidad pública, laica y gratuita. Para el 23 está convocada la Marcha Federal Educativa a Plaza de Mayo, que promete ser masiva. El reclamo salarial estuvo presente también en el paro de la UTA y la movilización y cese de tareas de la UOM de Villa Constitución. Y, en Pepsico de Mar del Plata, los obreros hicieron una asamblea y ocupación de planta contra los despidos.
 Como parte de la organización de la lucha contra el plan motosierra de Milei, el Partido Obrero desarrolló asambleas abiertas en barrios y lugares de estudio los sábados 6 y 13. Necesitamos un plan de lucha y la huelga general para derrotar las políticas de hambre, ajuste y represión de este gobierno. En esa dirección, se viene una asamblea nacional de trabajadores ocupados, desocupados, asambleas populares y demás sectores que están peleando. Buen domingo.

 Gustavo Montenegro

El ataque de Irán y la escalada sionista-imperialista


Milei quiere alinear a la Argentina junto a Israel y Estados Unidos en una guerra contra el pueblo palestino y los países de Medio Oriente.

 El ataque de Irán a Israel, según las noticias que se están conociendo, consistió en el lanzamiento de unos 300 proyectiles, la mayoría de los cuales fue lanzada desde territorio iraní, a más de 1.700 kilómetros de su destino, y en menor medida provenientes de Yemen y El Líbano. En total, alrededor de 170 drones, más de 30 misiles de crucero y más de 120 misiles balísticos. La acción iraní nace como represalia por el bombardeo a la embajada iraní en Siria, donde murieron dos generales del ejército islámico, otros nueve funcionarios, algunos de alto rango, y quedó derrumbado en forma completa el anexo del edificio.
 La inmensa mayoría de los proyectiles fue interceptada por Israel que, como es sabido, dispone de un moderno y sofisticado dispositivo de defensa antimisiles. Importa señalar que en ese operativo tuvo una intervención activa y destacada Estados Unidos: funcionarios norteamericanos dijeron que más de 70 drones y tres misiles balísticos fueron interceptados por barcos y aviones militares de la Armada estadounidense. “Para apoyar la defensa de Israel, el ejército estadounidense trasladó aviones y destructores de defensa contra misiles balísticos a la región durante el transcurso de la semana pasada”, dijo el presidente estadounidense en un comunicado. Gracias a estos despliegues y “a la extraordinaria habilidad de nuestros militares, ayudamos a Israel a derribar casi todos los drones y misiles entrantes”, dijo Biden. Israel viene apuntalando una variedad de sistemas para bloquear ataques de todo tipo, desde misiles balísticos con trayectorias que los llevan por encima de la atmósfera hasta misiles de crucero y cohetes que vuelan a baja altura. 
 La respuesta iraní fue pensada para no romper las negociaciones con el imperialismo, al amparo de China y Rusia. Usaron armas que Israel y Estados Unidos podían neutralizar y rápidamente dieron por terminada la respuesta militar en un comunicado presentado en la ONU. 
 Hay una campaña mediática internacional pérfida y hasta por momentos histérica haciendo hincapié sobre la “amenaza iraní”. Lo cierto es que el ataque por parte de Israel a la embajada iraní en Siria no es una agresión más. Una embajada, en el marco del derecho internacional, es considerada parte del territorio de un país, de modo tal que equivale a atacar directamente al país. Esto representa una provocación de marca mayor que llevaba, a sabiendas por parte del régimen sionista, a un salto en la escala del conflicto. Irán no tenía otra opción que responder. Reivindicamos el derecho legítimo de Irán a defenderse del ataque y de la escalada del sionismo y del imperialismo. Quedarse de brazos cruzados hubiera sido una señal de vulnerabilidad extrema y una invitación a Tel Aviv a su subir la apuesta y preparar agresiones superiores. 
 El carácter de una provocación por parte de Israel queda más a la vista si tenemos en cuenta que Teherán venía haciendo esfuerzos por no involucrarse directamente en el conflicto en Gaza. Hezbolá, alineado con Irán, se negó a abrir un segundo frente de hostilidades en el sur del Líbano, lindero con la frontera norte de Israel, como esperaba la resistencia palestina. Los hutíes, que se manejan con autonomía y distan de ser una sucursal de Irán, venían sufriendo presiones del régimen de los ayatolás para dar marcha atrás en sus ataques contra navíos en el Mar Rojo, en solidaridad con la lucha palestina. No olvidemos además que la teocracia iraní venía de un acercamiento con Arabia Saudita y el mundo árabe, auspiciada por China, y no está en su radar embarcarse en una aventura bélica, con final imprevisible, con más razón cuando la estabilidad de régimen está minada, atravesado por una severa crisis económica y un descontento creciente en la población. La persecución del régimen ejercida contra las mujeres ha terminado disparando el malestar social reinante, abriendo paso a un escenario creciente de huelgas y movilización popular. 
 La Casa Blanca ha declarado que desconocía el ataque a la embajada iraní en Siria, que no habría sido consultado por Tel Aviv previamente, lo cual parece bastante raro pero, con independencia de ello, lo que sí es cierto es que no lo condenó y, lo más importante, el alineamiento férreo e incondicional de Washington con Netanyahu a la hora de enfrentar a Irán. Por supuesto, este incidente con Irán le viene como anillo al dedo tanto al gobierno israelí como al gobierno de Biden como pantalla distraccionista para procurar sacar la mirada central de la opinión pública sobre lo que ocurre en Gaza, en momentos en que entramos en un fase crucial y dramática del conflicto. Lo que está en discusión es el ingreso de las fuerzas israelíes en la localidad de Rafah, ubicada en el extremo sur de la Franja. De ocurrir eso, conduciría a un exterminio superior a lo visto en estos seis meses, teniendo en cuenta que ha quedado como el último reducto para refugiarse por parte de la población gazatí que se ha visto obligada a abandonar sus hogares en el resto del territorio. Hay cabildeos y febriles negociaciones, de acuerdo a trascendidos, entre Estados Unidos e Israel sobre el alcance de la ofensiva. El salto en el enfrentamiento con Irán provocado por el sionismo es funcional al interés de Netanyahu que pretende forzar a Washington a ir a fondo en este operativo. 
 Pero es necesario no olvidar que los seis meses de conflicto en Gaza están haciendo su trabajo de topo y están dejando sus marcas. El gobierno de Biden, que está a los tumbos por diversos factores, viene sufriendo un desprestigio entre la población árabe, musulmana y progresista por su apoyo y complicidad con el genocidio palestino, que puede terminar provocándole la pérdida del voto de ese sector del electorado y costarle la reelección. 
 Netanyahu viene soportando, a su turno un deterioro en su propio país, que ya había estallado antes del conflicto. Esto se ha amplificado a medida que pasan los meses y no hay una solución a la vista en lo que se refiere a la liberación de los rehenes. La voces y manifestaciones a favor de la renuncia de Netanyahu son cada vez más numerosas y, por primera vez, el ministro de Defensa y principal cabeza de la oposición, que integra el gobierno de unidad nacional formado luego del 7 de octubre pasado, ha reclamado una convocatoria a elecciones anticipadas, que apuntaría a desplazar al actual primer ministro y que contaría con el guiño de Estados Unidos. Netanyahu, que promovió la escalada para sostenerse ante las manifestaciones de masas reclamando su renuncia y elecciones, ha prohibido ahora que se reúnan más de 1.000 personas en todo Israel y muchas menos en algunas zonas, imponiendo un virtual estado de sitio con la excusa del peligro de los ataques iraníes. 
 Como se ve las aguas están agitadas, de modo tal que esta provocación contra Irán puede terminar siendo un búmeran, que es el temor que anida en los círculos occidentales. Lo cierto es que la respuesta iraní ha despertado el entusiasmo de los palestinos en Cisjordania que la perciben como un viento de aire fresco en medio de una lucha aislada que vienen llevando adelante. Por lo pronto, las muestras de simpatía con la causa palestina en las propias metrópolis imperialistas crecen del mismo modo que en los países árabes, en contraste con sus Estados, en primer lugar Arabia Saudita y Egipto, que mantiene una política cómplice con el sionismo y el imperialismo. Habrá que ver cuál es la represalia que va a tomar el régimen sionista luego de este ataque iraní. La perspectiva de una regionalización del conflicto en Medio Oriente está más cercana y, por lo tanto, de un salto en la desestabilización del orden imperialista, y al calor de ello de las tendencias belicistas y de grandes conmociones políticas, por un lado, y de las tendencias a las rebeliones populares, por el otro. 
 Milei decidió interrumpir su gira por el exterior y regresar al país para ponerse al frente de un “comité de crisis”. Toda esta sobreactuación del presidente revela que quiere alinear a la Argentina junto a Israel y Estados Unidos en una guerra contra el pueblo palestino y los países de Medio Oriente. En el comunicado de la presidencia de la Nación, emitido horas después de conocida la acción iraní, este propósito se hace explícito. Se argumenta para ello que Israel es la “defensora de los valores de Occidente” en un abierto sostenimiento de la limpieza étnica que el sionismo ha provocado y sigue provocando con, además del desalojo de millones de palestinos de su tierra, un verdadero genocidio. La mención al fallo de la Cámara de Casación, sobre el atentado a la Amia en 1994, que responsabiliza enteramente a Hezbolá por el mismo -rechazando las múltiples pruebas de la “pista local” y el papel de los servicios secretos, incluido el israelí- coloca a nuestro país en el escenario de la guerra, como peón de Israel y el imperialismo. 
 En este contexto, aumentan los desafíos de los trabajadores y de las organizaciones combativas y de la izquierda. Redoblemos la movilización internacional por la causa palestina y contra la escalada sionista e imperialista. 

 Pablo Heller

sábado, abril 13, 2024

Biden y Netanyahu escalan la guerra en Medio Oriente


El viernes último comenzó una campaña internacional orquestada que atribuye a Irán la intención de desencadenar un ataque militar contra instalaciones de diverso carácter de Israel en el extranjero e incluso a su propio territorio. Biden dio a conocer, en base a informes de los servicios de seguridad de Estados Unidos, que la represalia de Irán al bombardeo de la embajada de ese país en Damasco, Siria, era inminente. En consecuencia, volvió a desplegar el portaviones nuclear Einsenhower en el Mediterráneo y puso en estado de alerta a las bases militares norteamericanas en la región. Netanyahu y su gabinete de guerra reaccionaron en forma similar; entre otras medidas, cancelaron las licencias del personal de reserva del ejército sionista. Varios cables de prensa atizaron la histeria bélica, al concluir que si Irán no respondía con rapidez, pondría en cuestión su “capacidad de disuasión” frente a Israel. Los países de la Unión Europea han activado todo su dispositivo de policiamiento para hacer frente a una ola esperada de terrorismo. El ataque de Israel a la sede diplomática de Irán en Siria, donde mató a comandantes de las fuerzas armadas iraníes, no es otro episodio más de los bombardeos a los que somete regularmente a Siria y a Líbano, pues las embajadas son territorios del estado o el país que representan. Ese ataque equivale a un ataque al territorio de Irán. Esta declaración virtual de guerra de Israel contra Irán, con el apoyo de Estados Unidos, varias veces anunciada, significa un salto cualitativo en la escalada de la guerra en Medio Oriente.
 Con el pretexto de detener una represalia que pondría al Medio Oriente en una guerra generalizada, Biden pidió a China y Turquía para que disuadan de ese propósito al régimen de los ayatollas. El objetivo, en realidad, es hacer responsables a los gobiernos de esos países por cualquier acción militar de Irán –en especial a China, declarada enemigo “estratégico” por parte del Pentágono. China y Turquía fueron instrumentales en el acercamiento entre Irán y Arabia Saudita, que abrieron sedes diplomáticas en las capitales respectivas. El operativo hizo naufragar el propósito de EEUU e Israel de alcanzar reconocimiento diplomático entre Arabia Saudita y el estado sionista; esto bastante antes del ataque de Hamas a los poblados del sur de Israel. El efecto de este ‘estado de alerta’ de parte de Washington y Tel Aviv busca distraer de la masacre del sionismo en Gaza y de la oposición creciente a Biden, en Estados Unidos, por su complicidad con ese genocidio. Busca también justificar la extensión de la guerra a Cisjordania y el Líbano, y eventualmente a otras naciones envueltas en la guerra como ocurre con Yemen. Una escalada de represalias entre Irán e Israel es asimismo funcional a Netanyahu y su gabinete de guerra, cuyos objetivos en la masacre contra Gaza se encuentran cuestionados tanto al interior de Israel como por parte de varios estados de la Unión Europea y la Corte Penal internacional.
 Entre los escasos comunicados que dio a conocer Teherán se destaca la intención de aplicar una represalia “calibrada”. El régimen clerical no quiere comprometer, en una escalada bélica descontrolada, los acuerdos políticos alcanzados con Arabia Saudita. Busca, por el contrario, deshacer aquellos que se han firmado entre algunos países árabes e Israel. El régimen iraní se encuentra acosado por un descontento popular que se ha manifestado en la forma de huelgas y levantamientos, y advierte que una derrota militar precipitaría su derrocamiento. Mientras los principales estados árabes han secundado a Israel en el genocidio contra Gaza, como es el caso de Egipto y Jordania, la movilización de las masas árabes contra el estado sionista y los suyos propios no han hecho más que acentuarse. 
 El propósito de escalar la guerra en Medio Oriente se produce en momentos en que la OTAN discute una escalada de la guerra contra Rusia, en el contexto de una disolución del ejército de Ucrania y una creciente rebeldía de la población contra el enrolamiento de nuevos contingentes a la guerra. El imperialismo mundial teme, cada vez más, que la guerra mundial que no cesa de agravarse dé paso a una gran rebelión popular.

 Jorge Altamira 
 13/04/2024

Meloni: duplica la apuesta o abandona


El gobierno ha definido su proyecto de reforma institucional como la "madre de todas las reformas". En la modificación de la Constitución, que vacía los poderes del Presidente de la República y desconecta la elección del Primer Ministro del Parlamento, Meloni ve la posibilidad de estabilizar su propio gobierno para iniciar, sucesivamente, las reformas que Confindustria y la comisión europea están pidiendo. Nada nuevo bajo el sol: ya D'Alema con la “bicamerale”, Berlusconi con la "Devolución" y Renzi con el referéndum de 2016 apuntaban a fortalecer el ejecutivo en el sistema institucional italiano, para consolidar su propio partido y su propio gobierno del momento. Desde el ex "comunista" D'Alema hasta la ex "fascista" Giorgia, el objetivo de la clase dominante y de su clase política consiste en "garantizar la gobernabilidad": fortalecimiento del ejecutivo; distorsión de la representación, con premios a la mayoría y pisos electorales; fin del bicameralismo perfecto. La aprobación de la reforma debería pasar gracias el voto favorable de los dos tercios del parlamento, hecho imposible, o un referéndum cuyo el resultado es siempre mas incierto; la misma Meloni aclaró que si no pasa la reforma no se dimitiría.

 Un paso atrás

 La fragilidad política del gobierno se puede percibir incluso en los chistes del primer ministro: "estos 14 o 15 meses de gobierno... ni sé cuántos son ya, me parecen 15 años". 
 La coalición de centroderecha tiene demasiados gallos en el gallinero: Meloni y Salvini compiten por la misma base electoral. Para ello llevan a cabo una guerrilla permanente sobre las medidas del gobierno, sobre la división de cargos en el sector público y nombramientos en las empresas estatales. Esta dinámica adquiere un alcance internacional en la medida en que Salvini (y mientras Berlusconi estaba vivo Forza Italia) critica el papel de la UE en Ucrania y aspira a un acuerdo con Putin.
 Las contradicciones políticas entre partidos de gobierno están ligadas a las contradicciones entre el gobierno y su base social; y más en general los votantes de centroderecha. Fratelli d’Italia recibió siete millones de votos por ser el "nuevo que nunca había gobernado en los últimos 15 años", ergo no tenía ninguna responsabilidad con la austeridad capitalista y la creciente pobreza entre las filas del proletariado; este partido "populista" en el último tramo de la campaña electoral hizo un voto de "responsabilidad" y declaró que el papel de Italia en la OTAN y en la Unión Europea no cambiaría, cueste lo que cueste. El precio de mantener la estructura político-económica de Monti y Draghi - dos funcionarios del sistema bancario europeo, sostenidos por gobiernos de unidad nacional - consiste en la pérdida de millones de votos, como les ocurrió al PD, a los 5 Estrellas y a la Liga en las últimas elecciones. 
 El proyecto de autonomía diferenciada y de abolición del “ingreso de ciudadania” (reddito di cittadinanza) corta las piernas al centro-derecha en el sur de Italia, y los últimos años de administraciones del sur, lideradas por el centro-izquierda, han consolidado una relación entre los punteros del PD y la mafia (con su capacidad de comprar votos entre el subproletariado urbano). Mantener la reforma Fornero socava el vínculo electoral entre la Liga y un importante sector del trabajo asalariado; la misma dinámica se manifiesta entre la pequeño burguesía y la promesa incumplida de una flat tax. La reciente "revuelta de los tractores", en nombre de mayores subsidios y privilegios para el pequeño capital agrícola, ha creado una brecha entre ellos y el centroderecha por su apoyo a las cuestionadas medidas europeas. 
 La propia gran burguesía está dividida sobre si apoyar o no el proyecto político-institucional del gobierno: por un lado, aspira desde hace tiempo a una reforma "presidencialista" de la Constitución, por otro, cree que en esta coyuntura permite la afirmación de partidos demagógicos, y no de su propia emanación y control directo. En el pasado, el papel actual del Presidente de la República ha permitido maniobrar crisis políticas resultantes de parvenu como Berlusconi y Salvini, y sus ambiciones electorales incompatibles con la agenda de la burguesía y la UE. 

 Un paso adelante 

El marco de fragilidad del gobierno ha generado un inmovilismo sustancial, salvo pequeñas medidas "expansivas" en el lado fiscal. Meloni ha cultivado un vivero de pequeños subsidios a empresas y familias para hacer frente a la inflación y los altos precios de la energía; todo gracias al apoyo del BCE a la deuda italiana y a la menor rigidez de la Comisión Europea en las finanzas públicas tras la crisis del Covid. La única excepción fue la supresión del ingreso de ciudadania, solicitada a gran voz por las empresas.
 El gobierno puede permitirse este estancamiento político-legislativo debido a un relativo "veranito" económico. De 2019 a 2022, Italia tuvo un mayor crecimiento económico que Alemania y Francia: 1% de crecimiento frente a 0,6 y 0,8; apoyado por el crecimiento de las inversiones y las exportaciones: 3,8 y 5,5%. En el bienio 2022/23, el crecimiento italiano superó más claramente a la economía alemana con un crecimiento del 3,7 y el 0,7%, frente al 1,8 y el meno 0,3% alemán. El análisis meramente cuantitativo distorsiona la realidad económica que surge de un análisis cualitativo de la economía italiana. 
 Los salarios reales en Italia han caído un 7% en los últimos dos años (después de 30 años de estancamiento). A pesar de esto, el consumo creció un 4% gracias a los ingresos del gobierno y los subsidios a la construcción, así como al crecimiento de la inversión. Según la Universidad Católica de Milán, el crecimiento de las inversiones se vio favorecido, sin embargo, por "el buen comportamiento de las inversiones en la construcción, donde influyeron los créditos edilicios, y quizás por una mayor inversión pública inicial en la aplicación del PNRR", es decir, por la deuda pública. La relación entre esto y el PIB creció un 10,7% frente a una media europea del 7,5. En esencia, las empresas se han beneficiado de menores costes laborales y, por tanto, de una mayor rentabilidad de las inversiones, evitando al mismo tiempo una depresión del mercado interior a través del endeudamiento estatal. El futuro será difícil: las exportaciones se verán lastradas por la crisis de la industria alemana (hija de la crisis del gas ruso y de las dificultades económico-comerciales con China [1] ); para la industria italiana significa una reducción del comercio con la principal fuente de pedidos. Al mismo tiempo, la inflación ha provocado un aumento de 20 mil millones en el coste de la deuda anual: un aumento de la crisis económica conduciría a una política de mayor austeridad fiscal y, por tanto, al fin del crédito estatal al consumo. Una depresión económica es bastante probable: los propios economistas burgueses consideran ese crecimiento económico "una coyuntura". 
 En este contexto, los intelectuales de la burguesía exigen ruidosamente, a través de editoriales en el Corriere Della Sera y en Il Sole 24 Ore, el inicio de nuevas privatizaciones y liberalizaciones económicas, a las que hay que añadir una reducción de los impuestos al trabajo y la abolición de los contratos nacionales de trabajo; esto conduciría a un posible conflicto con el movimiento obrero y con la base social del gobierno: la pequeña burguesía que se beneficia de los subsidios estatales y la evasión fiscal. 

 Conclusiones

El gobierno de Meloni es un gobierno que carece de cohesión política y no goza del apoyo directo de la clase burguesa: que prefirió abiertamente un nuevo gobierno de unidad nacional con Draghi a la cabeza. Las próximas elecciones europeas podrían convertirse en una fuente de crisis: un mal resultado de la Liga podría alimentar la destitución de Salvini como líder del partido, a manos de administradores locales más vinculados a las medianas empresas, que rechazan el soberanismo al estilo de Le Pen; Salvini podría responder con la escisión del partido y el regreso a una oposición parlamentaria en nombre de " primero los italianos " (con la esperanza de un revival del 2018-19). a burguesía puede permitirse tal debilidad política, tal lujo, ya que el movimiento obrero atraviesa una crisis de diez años y aún no ha encontrado una salida a este reflujo de la lucha de clases. A diferencia de Alemania y el Reino Unido, donde la inflación ha impulsado una ola de huelgas sin precedentes en las últimas décadas, en Italia la vanguardia en los lugares de trabajo aún no ha logrado canalizar el descontento de los trabajadores por los bajos salarios y la precariedad de los jóvenes. Michele Amura 13/04/2024 Notas 1- Unicatt: Según el Fondo Monetario Internacional, en los dos primeros meses de 2023 las exportaciones alemanas a China se contrajeron 11,2 puntos porcentuales en comparación con el mismo período del año pasado.

Michele Amura
13/04/2024

Israel amplía las provocaciones contra Irán


Desde el inicio de la invasión sionista a la Franja de Gaza, Israel intensificó sus ataques contra los aliados de Teherán en El Líbano y Siria. La política de agresiones tuvo un salto cualitativo a principios de abril, cuando por lo menos 13 personas murieron en los ataques aéreos contra el consulado iraní en Damasco, capital de Siria, entre ellas siete altos mandos de la Guardia Revolucionaria iraní. Aunque Israel no se adjudicó el atentado terrorista, cuatro funcionarios sionistas confirmaron off the record esa autoría al The New York Times.
 "El ataque contra un edificio del consulado iraní no tiene precedentes. Tras una larga guerra en la sombra con Irán, Israel parece haber cambiado de estrategia", opinó Arash Azizi, experto en Oriente Próximo y profesor de la Universidad de Clemson, Carolina del Sur. Azizi especuló que los iranies darían “una respuesta moderada” para no ofrecer una excusa a una intervención de Estados Unidos, que permitiera que la invasión a Gaza escalara a guerra regional. 
 No obstante, los iraníes prometieron que no dejarían pasar la agresión y responsabilizaron a Estados Unidos y a Occidente por no “frenar” al régimen de Benjamin Netanhayu. “Quienes ayudan al régimen sionista están contribuyendo a provocar su propia destrucción”, apuntó el guía supremo iraní, el ayatola Alí Jamenei. El miércoles 10, Jamenei volvió a amenazar: "El malvado régimen cometió un error en este sentido. Debe ser castigado y será castigado". 
 Fuentes de la inteligencia norteamericana consideran que la respuesta de Irán será “inminente”. Y aunque en un principio los Estados Unidos tomaron distancia del ataque en Damasco, el presidente Joe Biden reiteró este miércoles que el apoyo de su gobierno a Tel Aviv es “férreo e inquebrantable. Haremos cuanto podamos para proteger la seguridad de Israel", agregó. De hecho, el máximo comandante estadounidense para Medio Oriente, el general Erik Kurilla, se encuentra en Israel para evaluar “las amenazas a la seguridad con oficiales militares”, según anunció el Pentágono. 
 El ejército sionista está en un nivel de alerta alta: anuló los permisos para todas las tropas de combate, llamó a filas a reservistas de la Fuerza Aérea y reforzó las defensas antimisiles (El País, 4/4). La población israelí agotó las existencias de generadores de electricidad, comida y coca cola en previsión de un ataque. Algunas líneas aéreas europeas suspendieron sus vuelos a Israel en tanto Estados Unidos instruyó al personal diplomático a no moverse de Tel Aviv o Jerusalén.
 Después de 6 meses, el régimen de Netanhayu asesinó a más de 33.000 palestinos -la mitad niños-, sumió en la hambruna a 2 millones de personas y destruyó prácticamente toda la infraestructura y el 60 % de las viviendas de la Franja de Gaza. Pero no ha logrado ninguno de los propósitos que dijo perseguir: aniquilar a la resistencia palestina, matar a sus jefes en la Franja y recuperar a los rehenes israelíes a los que, como reprochan airadamente los familiares, dejó librados a su suerte. 
 El ataque al consulado en Damasco se enmarca en el propósito de por lo menos una fracción del sionismo de llevar hasta sus últimos extremos la limpieza étnica, expulsar a los palestinos de Gaza y Cisjordania, y extender el conflicto más allá de las fronteras obligando a una intervención militar directa de Estados Unidos y sus aliados.
 Muchos alertan sobre el destino incierto de esa aventura. Experto en asuntos militares israelíes, el general en la reserva Yitzhak Brick ha escrito en el periódico Maariv que “Israel ha perdido la guerra con Hamás; Netanyahu está haciendo retroceder la ocupación israelí y conducirá a su colapso total”, afirma. 
 Brick sostiene que, si el ejército no logra devolver a algunos cautivos con vida, esta guerra se perfilará “como el peor fracaso en las guerras de Israel desde su fundación (…) Necesitamos hacer una pausa, regresar a los secuestrados y preparar al ejército para la guerra regional a gran escala (15/3).
 Otro factor que alarma al imperialismo es el costo político de la masacre en Gaza, que ha corroído la adhesión a “la única democracia de Medio Oriente” desenmascarando a los ojos de millones el carácter históricamente genocida de la ocupación de Palestina. 
 En un año electoral, Biden teme que la oposición de los votantes demócratas a su apoyo incondicional al sionismo le reste en las urnas “mucho más que los votos universitarios”. En el Partido Demócrata se comparte la inquietud. A mediados de marzo, el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, hasta ayer una de las cabezas del lobby sionista, pidió que se convoquen nuevas elecciones en Israel y acusó a Netanyahu de priorizar su "supervivencia política" por encima de la de su país. Schumer, que es el funcionario judío de más alto rango en Estados Unidos, dijo que Netanyahu había "perdido el rumbo". 
 Sus declaraciones, respondidas airadamente por el lobby sionista norteamericano, que lo acusó de traición, marcan una fuerte escalada de las críticas desde Estados Unidos hacia el gobierno de Netanyahu y expresan el temor de que, como dijo Schumer, “la cantidad de bajas civiles en la Franja” pueden no solo “distanciar a los aliados” sino que convertir a Israel en un "paria global”.

 Olga Cristóbal 
 12/04/2024